En Otoños y otras luces perduran algunos asuntos poéticos que ya habían aparecido en obras anteriores del poeta, como la batalla que mantiene la memoria contra el paso del tiempo, el amor y la poesía, cuyo ejercicio es también necesario para enfrentarse a tan temido adversario, y el homenaje, en este caso a su compañero de generación Claudio Rodríguez. Asimismo, brotan otros homenajes en esta obra a través de elementos como la intertextualidad; véase el título de la segunda sección del libro, «La luz a ti debida», que nos conduce inequívocamente ante la figura de Pedro Salinas o la resonancia musical de «Aquí o allí» a Juan Ramón Jiménez. En fin, este es el último y más esperado libro de nuestro poeta, con el cual se confirma de nuevo que estamos ante uno de los poetas mayores de la literatura española contemporánea.