Por un lado San Pedro de la Nave en Zamora. En un primer momento presentaba planta de cruz griega, si bien al añadírsele más tarde dos naves laterales se generó una planta extraña, una especia de mezcla entre plante de cruz griega y basilical. El resultado es la existencia de tres capillas, todas ellas en forma de ábside cuadrangular: una en el presbiterio y las otras dos coronando el transepto. Las cubiertas son de bóveda de cañón, a lo que hay que sumar los típicos arcos de herradura visigodos que descansan en pilares, si bien es cierto que los fajones descansan parcialmente en columnas adosadas a los pilares. En este templo sobresale la decoración escultórica concentrada especialmente en los capiteles de las columnas mencionadas, y donde nos hallamos con escenas extraídas de la Biblia como Daniel en el foso de los leones o el Sacrificio de Isaac.